“La felicidad es extraña, llega cuando no la buscas. Cuando no estás haciendo un esfuerzo de ser feliz, inesperadamente, misteriosamente, la felicidad está ahí, naciendo de la pureza” – Jiddu Krishnamurti (India 1895 – California 1986) Escritor, filósofo y orador que rastreó la verdad dentro del alma humana
Jiddu Krishnamurti, uno de los grandes filósofos del siglo XX, nació en 1895 en un pequeño pueblo del sur de la India en el seno de una familia brahmánica. En 1905, con solo 10 años su madre muere, y uno de sus hermanos y él son adoptados por la presidenta de la Sociedad Teosófica, convencida de que Krishnamurti llegaría a ser un reconocido maestro espiritual. Desde muy pronto se le consideró un iluminado.
Tres años más tarde, es enviado a Inglaterra para recibir allí una educación acorde a las inquietudes de su madre adoptiva.
Desde niño pasaba horas contemplando la naturaleza, se interesó por la mecánica; en cambio mostraba poca aptitud para los estudios y la memorización.
Rehusó ser el mesías de un nuevo credo y en 1929 disolvió la orden creada para ese fin. Alegaba no tener nacionalidad, ni pertenecer a ninguna religión, clase social, o pensamiento filosófico. No basó sus principios en lecturas filosóficas ni religiosas, sino que éstos son fruto de sus propias experiencias.
Siempre rechazó la condición de gurú y no aceptaba discípulos. La base de sus enseñanzas estaba en la comprensión de que los cambios fundamentales de la sociedad podían tener lugar sólo con la transformación de la conciencia individual.
A través de las Fundaciones que creó se han publicado más de sesenta libros en los cuales expone su mensaje. También fundó escuelas con el propósito de generar una educación que llevara al estudiante y a los profesores a descubrir el arte de vivir y el verdadero significado de la vida misma.
Fundó nueve escuelas en India, Inglaterra y los Estados Unidos. En la década de los 80, se crearon Centros de Estudio para adultos en India, Inglaterra y USA.
Con el propósito de enseñar a los hombres a ser psicológicamente libres como única manera de poder vivir en armonía consigo mismos, con la naturaleza y con los demás, viajó por todo el mundo dando charlas y generando múltiples debates. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global Además publicó más de cincuenta libros, que fueron traducidos a muchos idiomas.
Mantuvo frecuentes diálogos con hombres de ciencia y artistas, entre sus amigos estuvieron David Bohm, eminente físico y discípulo de Albert Einstein, Jonas Salk descubridor de la vacuna contra la viruela, Pau Casals famoso violoncelista español, Van Morrison cantante irlandés, el Dalai Lama, Indira Gandhi presidenta de la India y un largo etc.
Con 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, y recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. En el aura de Krishnamurti no había ni una partícula de egoísmo.
Dos años más tarde muere en este hombre que luchó durante toda su vida para que sus contemporáneos aprendieran el valor de dos bienes supremos: la búsqueda de la verdad y de la libertad espiritual.
A continuación te dejo alguna de su frases que más me gustan:
- Si comienzas a entender lo que eres sin intentar cambiarlo, lo que eres se someterá a una transformación
- Cuanto más te conoces, más claridad hay. El autoconocimiento no tiene final, no alcanzas un logro, no llegas a una conclusión. Es un río sin final.
- Entenderte a ti mismo es el comienzo de la sabiduría.
- No es preciso preocuparse acerca de la verdad, sino más bien dejar que la mente se dé cuenta de su propia prisión. La libertad no está dentro de la prisión. La belleza del vacío es libertad.
La relación sin conflicto por J. Krishnamurti
En nuestras relaciones buscamos seguridad y permanencia, pero ¿existe algo en la vida que sea permanente?
Al necesitar de esa seguridad y permanencia aparece el apego, y así, hacemos a la otra persona objeto de ese intenso apego durante un mes, una semana o cincuenta años, entonces nacen toda clase de conflictos: celos, sospechas, miedo, sentimiento de adquisición y pérdida.
Vamos a suponer que ustedes no tienen ese deseo de seguridad y permanencia, ¿qué es la relación entonces? El deseo de estabilidad y apego con su correspondiente dolor y placer, ansiedad y miedo, no es amor. Cuando ese deseo y ese apego están total y absolutamente ausentes, el otro es como una flor que se abre.
Por si quieres conocer a este gran hombre, te dejo a continuación un enlace a una de sus charlas
https://www.youtube.com/watch?v=VXBQUxoczaQ&nohtml5=False
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